Psic David A. Erguy
El trastorno por estrés postraumático o TEPT, se caracteriza por la aparición de síntomas a partir de un acontecimiento estresante que puso en peligro la vida de la persona en el pasado, y luego la persona repite el hecho traumatico en el presente. El paciente puede hablar del hecho traumatico a través de 2 manera:
- Desarrollando síntomas que no logra entender: dicen cosas como me siento triste pero no sé porque... o
- Desarrollando imágenes, recuerdos desagradables del trauma que lleva al paciente a realizar un montón de acciones para neutralizar el recuerdo desagradable, que se activa casi siempre cuando la persona esta vivenciando una situación de estrés. Suele pasar que las acciones para neutralizar el recuerdo desagradable, en vez de neutralizar el recuerdo traumatico lo activa y lo renueva, y el paciente no logra entender porque no puede dejar de realizar ciertas acciones, que la repite para que no emerjan recuerdos desagradables.
El paciente cae en la trampa de la repetición, no tiene control de los impulsos; cuando siente malestar emocional busca descargar el malestar en el exterior (no tolera el malestar emocional, “porque las vivencias pasiva de agresión en
el pasado, la quiere convertir en activa en el presente, mediante la agresión para no sufrir en el presente”). Son adictos al placer y huidizos del sufrimiento. Realizan todas actividades que generan placer de forma indiscriminada, generando luego una compulsión que no puede parar; es decir realiza una actividad placentera para alejarse del dolor y luego no puede frenar. Es cierto aquello de que encuentra el placer en el displacer, tanto las actividades placenteras como displacenteras generan placer y la repite de forma indiscriminada. Las actividades repetitivas logran calmar el malestar emocional, y acrecentarlo a la misma vez. Reactivando el malestar a lo largo del tiempo una y otra vez.
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