La resiliencia es un concepto muy difundido en el campo de la psicología. Se entiende por resiliencia, a la capacidad que tienen las personas de recuperarse ante las situaciones adversas que ponen en peligro la integridad física y emocional.
Es un concepto muy rico y complejo que no se limita sólo a la capacidad de "recuperarse". Implica la resistencia a la destrucción del organismo, creando las condiciones necesarias para que la vida sea digna de ser vivida. Estas personas no sólo cuentan con la habilidad de sanarse emocionalmente, sino que son más propensas a buscar la felicidad.
Las personas resilientes, son ampliamente solicitadas por las grandes empresas, debido a su capacidad para tolerar el estrés a las situaciones nuevas y demandantes. Poseen una gran creatividad para elaborar ideas originales y una gran sensibilidad para comprender el sufrimiento ajeno. Los reclutadores de selección de personal, sostienen que las innovaciones tecnológicas son recursos fáciles de conseguir, en cambio los recursos humanos, no.
Daniel Coleman en su libro "Inteligencia Emocional", narra la conmovedora historia de una familia que viajaba en tren cuando cayó al río, después de que una barcaza chocara con un puente del ferrocarril. Mientras se inundaba el tren, la pareja hace todo lo posible para salvar a su hija Andrea de 11 años, confinada a una silla de rueda por una parálisis cerebral. Finalmente, logran empujar a la niña por la ventana, y el equipo de rescate pudo salvarla, mientras el vagón se hundía en el agua, ellos murieron. Estos padres heroicos que sacrificaron su vida para asegurar la vida de su pequeña, sin duda cala hondo en aquellos que son padres, esta historia nos enseña, que las personas resilientes son aquellas que tienen la habilidad de transformar un hecho traumático en una señal de optimismo y esperanza. El doctor Ricardo Goñi de Rosario, comenta que años atrás consulta una madre con su hijo que padecía un cuadro severo de síndrome de Down, agravado por afecciones cardíacas para que le operara la vista, de estrabismo. La operación pondría en riesgo la vida del niño ¿Qué hacer? La madre enterada del pronóstico, respondió con gran templanza que aunque la operación pusiera en peligro la vida de su hijo, optaba por la operación pues, no podía curarlo del síndrome de Down, tampoco de la grave afección cardíaca, pero existía la posibilidad de mejorarle del estrabismo, debía procurarle como madre la mejor calidad de vida posible a su hijo, el experimentado médico comenta que esa madre le enseño que el optimismo no es sólo un modo de vida, sino que forma parte de la ética profesional, el profesional; que no sea optimista corre el riesgo de ser considerado "anti ético". Los pacientes resilientes, son aquellos que el profesional admira su fortaleza en secreto.
Los profesionales de la salud tienen la obligación ética de ser optimista, pero pueden caer en la desesperanza cuando tratan con pacientes con pronósticos sombríos. El gran Sigmund Freud cayó en la desesperanza cuando dijo que la terapia no es posible en los pacientes esquizofrénicos, porque no pueden asociar libremente, requisito indispensable del psicoanálisis. Hoy en día, gracias a los avances de la farmacología y de la psicología, los psicólogos de todo el mundo exclaman ¡Mientras haya vida hay terapia!
Ante un mundo hostil, es fácil caer en la desesperanza, pero sin embargo existen consejos sumamente útiles para ejercitar el optimismo. Entre ellos, se encuentran:
1- Desarrollar el sentido del humor: permite reducir la tensión y descubrir lo cómico en lo trágico.
2- Fortalecer las relaciones familiares mejorando la comunicación y evitando los mensajes ambiguos.
3- Desarrollar la asertividad: es la capacidad de expresar lo que siente la persona sin dañar a terceros.
4- Convertir la actividad física en un hábito.
5- Pensar en forma optimista respecto al futuro.
6- Cambiar el estilo atribucional pesimista por el optimista: consiste en reemplazar los significados negativos que se atribuye a los hechos traumáticos por significados optimistas. La clave consiste en interpretar la experiencia de otro modo.
Llevar a la práctica estos consejos no convierte a las personas en resilientes, solo ejercita la esperanza.
Si te gusto el artículo dale un me gusta, y compartí el contenido en las redes sociales con tus amigos.