La característica principal de esta patología es la desregulación emocional, que lleva al paciente a no tolerar el malestar emocional (intolerancia a la frustración) y ante una situación simple u compleja que genera malestar, el paciente responde con una conducta impulsiva que pone en peligro su vida o la vida de terceros. Se dice que estos pacientes nacieron en una familia invalidante donde ante una carencia afectiva, los progenitores respondían de manera extrema, generando en el niño(a) los cimientos de la vulnerabilidad emocional.
Se estima que cerca del 70% de los casos de (TLP), se asocia con un hecho de violencia, específicamente con el abuso sexual, este dato es importante porque revela que la persona en una temprana edad sufrió una herida donde no tenía recursos para defenderse, luego cuando es adulto adquiere recursos disfuncionales para defenderse (conducta impulsiva), pero con la salvedad que ante una situación simple o compleja responden de manera extrema. El enojo es quien registra el malestar, por lo cual son personas muy sensibles al sufrimiento. La modulación emocional le cuesta horrores (una vez que se enojan, le cuesta inhibir la conducta agresiva, y después que pasó la situación desagradable, el retorno a la calma es muy lento, casi insoportable). Temen a la traición y al abandono pues razonan de este modo: "Estoy solo, si no me defiendo yo, nadie me va a ayudar". Generalmente tienen altos niveles de depresión, que sumado con la conducta impulsiva se convierte en un combo explosivo.
Resumen de la Personalidad Impulsiva:
- Es una conducta aprendida de un familiar violento, o un hecho traumático: hay una falla en el control de los impulsos porque siempre busca la descarga emocional porque no tolera el malestar emocional. "Las vivencias de agresión sufridas en el pasado, la convierte en activa en el presente, mediante la agresión".
- El enojo es el gatillo y registro emocional: las situaciones que generan ansiedad, estrés, o depresión, activan el enojo y la consecuente falta de control del impulso. El enojo es la necesidad de convertir una vivencia pasiva de agresión sufrida en el pasado, en una vivencia activa de infringir agresión a sí misma u terceros, para no sufrir en el presente. Se infringe daño así mismo(a) como una forma de buscar alivio emocional (busca placer en el displacer, en vez de buscar placer en el placer).
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