Psic. David A. Erguy.
El dolor crónico, empobrece la calidad de vida del paciente, donde lucha fuertemente para disminuir el dolor que lo aqueja. Ante tanto sufrimiento, el paciente usa toda sus fuerzas en no perder los "privilegios de estar sano", e intentar llevar una vida libre de dolor y limitaciones fisicas. Pues la cuestión es la siguiente, si te sale mal los resultados de la tiroides, por más fuerza de voluntad que haga el paciente, no se puede normalizar los resultados de la tiroides, pero con motivación el paciente si puede tolerar el dolor que genera la enfermedad y disminuir el sufrimiento. Lamentablemente tenemos una capacidad casi ilimitada para sufrir y para tolerar el dolor, si bien es cierto que en la tortura no existen los valientes, ante situaciones de mucho dolor, las personas se sienten indefensas y buscan aliviar el dolor a toda costa, la mayor herramienta que tiene el paciente crónico para combatir la enfermedad "es tolerar el sufrimiento", pues siempre se puede tolerar más sufrimiento, La capacidad de tolerar el dolor, es ilimitada.
"La capacidad de sufrir y la capacidad de soportar el dolor es ilimitado, se supera el dolor: con motivación, apretando los dientes y con esperanza.
"Estamos hecho para tolerar alto nivel de sufrimiento". La premisa de la clínica del dolor es que el paciente aprenda renunciar el placer y aprenda a regular el sufrimiento. Generalmente las personas se guían por el principio de placer, y no aceptan de buen agrado las limitaciones físicas que impone la enfermedad, para afrontar al dolor de forma exitosa se debe renunciar al deseo, y tolerar el dolor para administrarlo y regularlo, sin necesidad de recurrir a la medicación para aliviar el sufrimiento. Curiosamente, la medicación como analgésico, no anula el dolor, "más medicación no garantiza menos dolor".
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