miércoles, 4 de diciembre de 2019

Clínica del dolor



Psic. David A. Erguy.

El hombre y la mujer tienen tantos enemigos que uno se cuestiona seriamente si vale la pena vivir, el dolor es uno de ellos. Si soportas el dolor, ganas. Hay que aguantar el dolor un instante, para la gloria eterna. El dolor crónico, empobrece la calidad de vida de la persona, donde lucha constantemente para disminuir el dolor que lo aqueja. Cuando el dolor es crónico el tiempo pasa más rápido, en cambio cuando no hay dolor la persona anda sobrado y tiene más tiempo porque no hace falta usar energía extra para soportar el dolor. Se trata de abrir y cerrar puertas, no de convertirse en una tortuga herida que nunca sale del caparazón por miedo a sufrir un ataque. Estan siempre tensos soportando un alto nivel de malestar emocional con dificultad para relajarse a voluntad. La clave es no eliminar el dolor, sino aprender a convivir con él ante el sufrimiento, las personas usan todas sus fuerzas en no perder los "privilegios de estar sanos", e intentan llevar una vida libre de dolor y limitaciones fisicas por mas que eĺlo sea imposible. El dolor es permanente, el sufrimiento es opcional, pero sin embargo, las personas no entienden la naturaleza del dolor. Esto se debe a que las familias te enseñan a ser felices, pero no te enseñan a lidiar con el dolor, lo ocultan bajo la alfombra, y cuando aparece el dolor en situaciones de la vida cotidiana, la persona no sabe que hacer con él porque siempre se lo ocultaron como si fuera una peste peligrosa que pone en peligro su vida, por lo cual, consideran al dolor como un agente externo a combatir, no lo sienten como algo interno que se debe equilibrar cuando se desnivela, sino como un enemigo a eliminar. Es como si un marciano viniera a la Argentina, y le muestran las cosas mas bonitas del pais y ante de irse le dicen ahora te vamos a enseñar que es el dolor, sacan una navaja y le hacen una pequeña herida, al no tener experiencia previa con el dolor el marciano sobredimensiona la experiencia del dolor y una herida chiquita lo sufre como si fuera una amputación, y ante cualquier situación que pueda generar dolor el marciano huye y se convierte en un verdadero alergico al sufrimiento, por temor a que le duela. Para bien o para mal tenemos una capacidad casi ilimitada para sufrir y tolerar el dolor, pues la vida es sufrimiento y siempre se puede sufrir un poco mas, La capacidad de tolerar el dolor, es ilimitada. Mientras más vulnerable es la persona más tolerancia tiene para soportar el dolor. "Para afrontar al dolor de forma exitosa se debe renunciar al deseo, y aceptar el dolor, sin necesidad de recurrir a la medicación para aliviar el dolor, "más medicación no garantiza menos dolor".

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