Psic. David A. Erguy
En la vida se está en un continuo dialogo con la biografía de cada uno y ese dialogo puede ser para atacarse, o para aceptarse como uno es. Envejecer es como esculpir una escultura, con el paso del tiempo vamos moldeando nuestra personalidad. A lo largo de la vida, existe momentos de transición que son un terreno frágil, cambiante, que de acuerdo como la persona incorpore los cambios internos y externos, dará origen o no, al malestar emocional. Nuestro cerebro va cambiando de manera global su bioquímica, los primeros 10 años de vida el ser humano es sobre todo noradrenérgico, predomina la rabia y el miedo, hacia la segunda década comienza una mayor activación de otra sustancia como es la dopamina entre los 11 y 20 años que coloca al ser humano en la etapa de la adolescencia vinculada con la imaginación y la fantasía. En la tercera década, el cerebro es mas serotonergico, hay mas seguridad, mas sentido común, y mas unión con los demás para poder favorecer el crecimiento de la propia familia. La serotonina es pura seguridad, no es lo mismo separarse a los 20 que a los 30 años, porque son etapas diferentes, por lo cual la separación afectiva, a los 20, se supera mas fácil que a los 30 años donde se busca mas la estabilidad económica y emocional. Predomina el miedo a los cambios, se tiene miedo a todo, y se busca desesperadamente la seguridad. Se dice que de los 40 a 55 años son los mejores años de vida porque la persona ya adquirió cierta estabilidad y puede disfrutar de la vida sin temor a los cambios. Ya a partir de la cuarta década, el cerebro se hace mas acetilcolinérgico, predomina mas la calma y la serenidad. En la tercera edad, la demanda en terapia generalmente no es propia, sino externa, consultan motivados por el temor de que los hijos u nietos le pase algo malo, la ancianidad es entendida a partir de los 75 años, se vislumbra mas la queja física que psicológica, La cercanía a la muerte se hace mas real y lo ve como algo posible, contrario a lo que se cree los adultos mayores soportan mejor la idea de la propia muerte que los adultos, no por el mero hecho de ser viejo, sino por la acumulación de experiencia de vida, que lo hace sentir mas seguro ante lo desconocido.
Fuente: Tech.