Psic David A. Erguy
La autoestima es la valoración que la persona hace de sí mismo (autos = por si mismo), "estima", del verbo "estimar" del latín aestimare (evaluar, valorar, tasar). Abraham Maslow, describe la necesidad de aprecio como el aprecio que se tiene uno mismo (amor propio, confianza, suficiencia, etc.), y respeto y estimación que se recibe de otras personas (reconocimiento, aceptación, etc.). Por su parte, la escuela humanista la considera como un derecho inalienable de la persona, "Todo ser humano, sin excepción, por el mero hecho de serlo, es digno del respeto incondicional de los demás y de sí mismo; merece estimarse a sí mismo y que se le estime". Es una imagen que se va construyendo en relación con nuestros padres. La fortaleza de la imagen interna, es la que nos alimenta de seguridad, es fija, y no se inclina bajo el malestar emocional, cuando en la depresión baja la autoestima, y en la manía sube la autoestima nos encontramos con una autoestima baja, puesto que la autoestima es un valor fijo, estable, que no se mueve ante los achaques del malestar emocional, las personas con trastornos de la personalidad son mas sensibles a inclinar la autoestima ante el malestar emocional, en vez de mantenerse como un valor estable.
La autoestima no es sinónimo de rendimiento: mientras mejor me va mejor me siento.
Hay dos tipos de autoestima: situacional y de base, mientras una se da en situaciones bien concretas, la otra se vislumbra en todos los aspectos de la personalidad. La baja autoestima se manifiesta por la crítica patológica.
La crítica siempre acusa que las cosas van mal, compara con los demás y siempre estamos en desventaja. Fija estándares de perfección imposibles y luego nos culpa cuando no se alcanza el objetivo. Mantiene un registro de fracasos pero nunca nos recuerda los logros. La crítica patológica está tan entrelazada en el pensamiento que nunca advertimos su devastador efecto. Los ataques a sí mismo siempre parecen razonables y justificados. La crítica es una especie de chacal psicológico que, a cada ataque, debilita cualquier sentimiento bueno que tengamos sobre nosotros mismo.
Los instrumentos de la crítica patológica son las distorsiones en la forma de pensar, entre ellas se encuentra:
- Hipergeneralización: formula una ley que explica todos los hechos, y saca una regla general de él y nunca comprueba la regla.
- Designación global: es la aplicación de etiquetas estereotipadas a clases enteras de personas, cosas, conductas y experiencias.
- Filtrado: es cuando filtra la realidad, ve su universo como a través de un cristal oscuro. Puede ver y oír sólo ciertas cosas: instancias de pérdida, rechazo, injusticia, etc. Se centra selectivamente en ciertos hechos de la realidad y presta atención a ellos, ignorando todo el resto.
- Pensamiento polarizado: vive en un universo blanco y negro, sin colores o sombras de gris. Divide todos sus actos y experiencias en dicotomías y/o, según estándares absolutos. Se juzga a sí mismo como santo o pecador, como éxito o fracaso, héroe o villano, noble.
- Autoacusación: es una forma de pensamiento distorsionado que le hace acusarse a sí mismo de todo, tenga o no la culpa. En el cosmos de autoacusaciones, usted es el centro de un universo de cosas malas y todas son culpa suya.
- Personalización: se siente el centro del universo, todos los acontecimientos, parecen tener algo que ver con usted.
- Lectura de la mente: es una forma de pensamiento distorsionado en la que se supone que todas las personas del universo son como uno, supone que los demás se sienten como usted, basando su creencia en su experiencia.
- Falacias de control: se siente responsable de todo, nada escapa de su control.
- Razonamiento emocional: un universo emocional es caótico, está regido por sentimientos cambiantes en vez de por leyes racionales. La distorsión de este estilo de pensamiento consiste en evitar o descartar el pensamiento . En vez de razones, recurre a emociones para interpretar la realidad y orientar la acción.
Los mantras de Howitzer constan de palabras y frases seleccionadas destinadas a golpear a la crítica con un cañón. He aquí algunos ejemplos:
«Esto es veneno. ¡Déjalo!»
«Esto son mentiras.»
«Éstas son las mentiras que me contaba mi padre.»
«¡Deja esa mierda!»
«Se acabaron los golpes.»
«¡Calla!» «¡Animo, asno!»
«¡Al infierno con esos golpes!»
«¡Quítate de encima!»
«¡Para con esa basura!»
Libro de referencia: Autoestima: Evaluación y mejora. Matthew McKay Patrick Fanning..
Si te gusto el artículo dale un me gusta, y compartilo en las redes sociales con tus amigos
