martes, 17 de julio de 2018

OSP Obsesivo.


Psic. David A. Erguy
El obsesivo, tiene un patrón de apego dicotómico, resultado de actitudes ambivalentes por parte de los progenitores que le dan al niño mensajes contradictorios y confusos, en donde no se sabe con ciencia cierta cual es la respuesta correcta. Un mismo mensaje, puede significar dos cosas totalmente diferentes. El padre obsesivo, esconde una actitud de rechazo y hostilidad hacia su hijo que es camuflada al exterior como una fachada de preocupación por lo que le pasa al niño. La simultaneidad de los mensajes contradictorios, parece ser un pre-requisito del comportamiento parental, así, un padre se la pasa hablando al hijo de lo importante que es el amor, con el rostro rígido e inexpresivo, vacío de amor. El tema central del obsesivo esta centrado en la certeza. De hecho, buscan constantemente la certeza para salir de la inseguridad e incertidumbre que le genera los mensajes contradictorios. Para el obsesivo, la realidad se le presenta como amenazante, por eso buscan empedernidamente la certeza que le garantice seguridad

Las familias obsesivas son altamente verbales, no son emocionales. La actividad física esta devaluada, se alienta pocos a los niños a jugar, excepto cuando se trate de "juegos educacionales". La mejor muestra de amor de los niños hacia sus padres es que tengan un comportamiento serio y pensante. Jugar es perder el tiempo, todo lo que se hace, tiene que tener una utilidad, ningún juego tiene como finalidad "el placer del niño". El padre obsesivo no actúa emocionalmente, nunca hay una modificación del tono de voz, al contrario, si el niño rompe el cenicero, el padre lo llama al niño, lo sienta a su lado, y le pide una explicación del porque rompió el cenicero.
Torturan a los hijos a través de la búsqueda de una "explicación racional". Le dan una explicación exhaustiva, no paran de hablar, lo tienen sentado así, durante horas, hasta que logre entender con su esfuerzo mental lo que hizo mal. Es un relato lleno de palabras, ligado: "a la lógica y a lo moral, carente de emoción"
El estilo parental y familiar, asume toda la característica de un medio irracional en sus demandas hacia el niño. Luego de una etapa temprana de sobre-indulgencia, los padres se ponen excesivamente rígidos, demandantes de madurez y responsabilidad, viendo al niño como un adulto en miniatura (adultomorfismo). Ponen fuertes énfasis en los valores morales y principios éticos que sirven como un instrumento usado por los padres para obtener el control sobre la conducta y emoción del niño. Las emociones escapan del control, intentan por todo los medios controlar las emociones, pero no pueden. Las emociones le generan una experiencia de angustia e incontrolabilidad.
Todo se debe ganar con esfuerzo, con esfuerzo se obtiene el mejor de los resultados, y sólo así merece ser reconocido. Al padre obsesivo, no le interesa que su hijo se saque una buena nota, lo que le interesa, es que se esfuerce, como dice el técnico de fútbol el cholo Simeone: "la actitud no se negocia", en la cancha hay que meter pata. La responsabilidad pasa por tener una imagen social aceptable, que la gente lo juzgue bien. Debe tener una imagen "correcta".
El padre obsesivo fija pautas de comportamientos rígidos. Si bien huyen de la emocionalidad y del contacto físico, llegan muchas veces a pegarle físicamente al niño. Ponen énfasis en el castigo, como un medio para moldear la conducta.
El padre obsesivo le dedica mucho tiempo a su hijo, pero a la vez lo tortura, por lo cual, no es posible definirlo en términos emocionales. la experiencia emocional del obsesivo es dicotómica: soy bueno, soy malo, soy feliz, no soy feliz...
LA TRAMPA  del obsesivo es que las emociones no pueden ser sentidas. La misma cosa puede significar un 50% me quiere, un 50% no me quiere. El padre obsesivo le dedica su vida al niño, pero mientras con un 50% le manifiesta que lo quiere, con un 50% le manifiesta que no lo quiere, lo tortura emocionalmente, lo trata como si fuera un adulto, por el cual, el niño nunca puede decidir, porque el mensaje es simultaneo entre: "me aman y me odian a la vez". El funcionamiento dicotómico del obsesivo de "todo o nada", es la única manera que encuentra en obtener seguridad y no dudar. el tema del obsesivo es la búsqueda de unidad, la solución que encuentra es a través del razonamiento, la explicación. Buscan la certeza incansablemente...

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