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Psic. David A. Erguy
La palabra adicción significa esclavo, pero sin embargo las personas sienten que pueden controlar su adicción. La adicción teje sus redes desde las tinieblas, en todo momento el control de la situación la tiene la persona, ella decide cuando empezar o dejar de fumar, pero es muy fácil perderse en el camino.
La construcción de hábitos disfuncionales consiste en reforzar negativamente aquellas conductas que nos hacen daño. Se aprende una conducta nueva (encender el cigarro, aspirar el humo, exhalar), luego de varias repeticiones se vuelve una conducta automática. Las conductas automáticas son aquellas que salen espontáneamente, sin requerir ningún esfuerzo cognitivo, por lo cual la persona pierde la noción de cuantos cigarrillos fuma por día, por mes, por año. Los cigarrillos fumados a lo largo del año es una cifra abrumadora.
Antes se creía que tardabamos 21 días para incorporar un nuevo hábito, la facilidad o dificultad de incorporar un nuevo hábito depende de la cronicidad del malestar. El cerebro establece un cableado que conecta el inicio, ejecución y culminación del acto. Si el resultado genera placer, es muy probable que la acción se repita. En el ganglio basal se almacenan los hábitos y en el lóbulo prefrontal opera las "funciones ejecutivas". Cuando se ejecuta un hábito, la actividad del ganglio basal aumenta y la del lóbulo prefrontal disminuye. Es decir, la conducta automática responde más a una conducta animal que a una conducta racional.
En 1982, el neurocientífico Benjamin Libert, determinó que hay un tiempo mínimo (medio segundo), entre una acción y la conciencia que tenemos de ella. Una vez hecha conciente la emoción, se estima que contamos con 0,2 segundos (0,5-0,3=0,2) para decidir, es decir, ante el deseo de fumar hay 0,2 segundos para decidir no fumar y cambiar el hábito.
La terapia para dejar de fumar requiere que el paciente realice un gran esfuerzo emocional y cognitivo para desarticular las conductas automáticas disfuncionales por una conducta nueva (dejar de fumar). Al principio es una sensación insoportable debido a que aprender una nueva conducta requiere que abandone los hábitos con que se manejaba cotidianamente, pero luego esta sensación se diluye y se convierte en una sensación agradable y la persona mejora notablemente su calidad de vida
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