El hombre y la mujer tienen tantos enemigos que uno se cuestiona seriamente si vale la pena vivir, la desconfianza es uno de ellos. La desconfianza es poner distancia emocional, por miedo a salir lastimado, esta cerca, pero se siente lejos. Es una tactica de supervivencia en la cual intenta alejarse lo mas posible de aquello que considera peligroso para su vida. El foco de la desconfianza esta puesto en el exterior dicen cosas como: Yo confié en los demás en el pasado y me fallaron, por lo tanto me alejo y me cierro emocionalmente para que no me desilusionen. Es mas facil endurecer el corazon que decir lo que uno siente. La desconfianza es como manejar un auto de noche, el camion de adelante pone luces para indicar que lo podemos sobrepasar pero nos mantenemos detras del camion por desconfianza de que las señas del camionero oculta algo malo. La traición esta siempre latente, la persona se puede estar muriendo, y no pedir ayuda no porque sea orgulloso, sino por temor a no quedar en deuda con los demas. Viven a la defensiva, estan siempre tensos, con la mirada huidiza buscando una salida para escapar. La confianza es finita, se necesita hacer 10 acciones positivas para que la persona confíe, y sola una acción negativa para que la persona desconfie. El infierno son los Otros. A la hora de expresar las emociones no son espontaneos, funcionan como una motosierra a 2 tiempos; cuando le pregunta a un desconfiado: Que siente? La persona piensa y luego siente por temor a una posible represalia. La tactica del policia bueno y malo no funciona con estos pacientes, ante 2 mensajes contradictorios se repliegan y se alejan. La desconfianza tiene algo de animal, posee 2 modalidades; en el siervo asustado mientras más te acercas para ayudar al paciente más se aleja. En el gato enojado mientras más te acercas para ayudarlo más te ataca y se defiende como si fuera una pelea de vida o muerte, viven con la guardia alta, esperando siempre lo peor de los demas, el remedio para combatir la desconfianza es bastante simple pero complicado a la vez, se debe confiar nuevamente haciendo caso omisos de las malas experiencias del pasado. En teoría el pasado dirige pero no condiciona, pero aun asi la desconfianza se las arregla para no confiar en los demas y valerse siempre en uno mismo, son autosuficientes a rajatablas, no necesitan de los demas para sentirse bien, con la mirada en el espejo retrovisor basta.
Si te gusto el artículo dale un me gusta y compartilo en las redes sociales con tus amigos.